¿Quién es más animal?

Por: Gabriela Pachacute

Hace poco se decretó la ord e n a n z a municipal, para que cientos de perros ca­llejeros sean envene­nados como parte de las medidas tomadas a raíz de la declaratoria de Emergencia Sani­taria por rabia, decla­rada por el Ministerio de Salud, que comen­zó desde el 20 de este mes.
La manera en como las autoridades están tomando estas medi­das para asesinarlos es cruel, ya que se tomó esta decisión, bajo la modalidad del “boca­do”. Si bien la salud es muy importante como parte de la prevención, pero la forma cómo se está tratando de solu­cionar este problema es desastrosa, porque los animales al darles esta sustancia sufren y tienen una agonía lenta, existiendo otras medidas sin que el ani­mal sufra, pero como estas autoridades son ignorantes con plata, no tienen otra idea y ven la salida más fácil.
Uno de los problemas es la ignorancia de la misma gente que irres­ponsablemente cría perros sin control al­guno, porque sabiendo que son de recursos muy bajos, no les im­porta la expansión de estos y peor aún de gente que si tiene re­cursos necesarios, los dejan en el abandono total ya sea sin una va­cuna, no los desparasi­tan, etc. son unos des­adaptados completos.
La invasión de perros callejeros en la ciudad de Puno es gracias a sus dueños, por la falta de cultura en la crian­za de animales do­mésticos y no tienen conciencia del peligro que puede ocasionar después, al dejarlos en la calle sin inspección y sin registro sanitario.
La medida que está tomando las autori­dades es fácil, porque ya se salió de control, pero porque a última instancia, este proble­ma se podía prevenir desde más antes este­rilizando a estos ani­males, si existe el pre­supuesto, porque se esperó a que estos ín­dices crezcan más, no se trata de tirar todo el barro a las autorida­des, aquí las personas somos los principales causantes al criar in­discriminadamente a los canes y dejarlos en el abandono.
Existen leyes que pro­tegen a los animales domésticos, pero la­mentablemente se hace caso omiso, pues el simple hecho de no esterilizar a la mascota y que esté propagando más crías ya se consi­dera una falta grave, que al menos en otros países tienen sancio­nes e incluso hay pena de cárcel por maltrato excesivo.
Tengamos más cons­ciencia porque antes de tener un perro en casa, piensa en todo el trabajo que te dará y si eres capaz de dedicarle el tiempo (entre otras cosas) que necesita, acógelo, de lo contra­rio, pasa de largo y deja al perro tranquilo, que él no te ha llamado.

De ese modo, se con­tribuye a que las ciu­dades, dejen de estar plagadas de perros abandonados, como zapatos viejos, que un día nos gustaron mucho y después de usarlos han dejado de gustarnos, sólo, que la diferencia, es que, el perro, aunque, a mu­chos les parezca men­tira, tiene sentimien­tos y esas conductas anómalas, del hombre, le hacen daño, no sólo al perro, sino a otras personas, que como a mí, nos gustan los ani­males.

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